"Ética, sobre la moral y las obligaciones;
estética, de la belleza y el arte;
y otras cosas..."


miércoles, 18 de mayo de 2011

PARADOJAS RAZONABLES


Cronológicamente posterior a la anterior entrada, con la que conecta ésta deportivamente a través del extremo derecho sevillista campeón del mundo, aperece mi nueva colaboración con la revista utrerana Vía Marciala tras su publicación impresa en el presente mes de mayo. Adelanto que en el futuro habrá más paradojas razonables sobre las que pensar y escribir.


Paradojas razonables




El mundo está lleno de paradojas, y no estoy nada seguro de que sean razonables en su inmensa mayoría. De España se dice que es tierra de contrastes, y sorprendentes también. Centrando el tema, diré que la expresión paradoja razonable en sí parece una pura contradicción, y de eso trata esta pequeña reflexión escrita, que intentaré ilustrar con algún ejemplo con el que justificar, más o menos, que una idea extraña o irracional que se opone al sentido común y a la opinión general pueda llegar a ser justa, lógica o conforme a la razón.

Paradoja popular. Ya ha pasado la Semana Santa, y aunque el sentido de mi primer ejemplo no puede ser más respetuoso, mejor sea comentarlo después de, pues comparar la Semana Santa con el Carnaval hasta pudiera ser interpretado por alguien desconocedor de su buena intención como mínimo como irrespetuoso, incluso irreverente. Nada más lejos la realidad. Verán, citando a mi querido Jesús Maeztu (gaditano afincado en Sevilla) más que comparación se trata de un punto en común: son las dos únicas fiestas populares, que además coexisten separadas por cuarenta días (en Utrera a veces menos), que toda la población disfruta y vive en sus calles y plazas de forma gratuita, eso sí, si el tiempo no lo impide.

Paradoja sociológica. No siguiendo un orden lógico, pero sí cierto sentido, me parece una gran paradoja y muy razonable no confundir la formación y la cultura con la educación propiamente dicha. A veces va todo unido, es verdad, y muchas veces el más sabio es también es el más humilde y educado, pero convendrán conmigo que con cierta frecuencia nos encontramos con personas doctas y con estudios varios carentes de toda educación y consideración hacia sus iguales; y al revés, personas que jamás pudieron pisar un colegio ni una facultad son educadas y cultas por naturaleza. El mundo rural ha aportado muchos sabios y sabias de este tipo, personas anónimas, que no desconocidas.

Paradoja deportiva. Dando un giro deportivo y futbolístico, remato en positivo, y no puede haber mayor paradoja que un jugador vaya a su selección nacional no cuando lo llame el seleccionador, sino cuando él y su entorno consideren que ha llegado el momento adecuado de maduración psicológica para que se produzca la llamada. Calidad no le falta, extremo derecho el mejor, decisión y precisión dentro del campo sin lugar a dudas, personalidad y fortaleza mental aún con margen de mejora, razonablemente. Jesús Navas, tras debutar con la Selección Española de Fútbol a finales de 2009, en menos de un año se proclamó Campeón del Mundo en Sudáfrica, iniciando en la gran final la jugada histórica del ya mítico gol de Andrés Iniesta. El sueño de una noche de verano hecho realidad.

domingo, 8 de mayo de 2011

JESÚS NAVAS, UN FUTBOLISTA ESPECIAL


En Jesús Navas González, natural de Los Palacios y Villafranca, concurre una curiosa paradoja deportiva. Seguramente sean más de una pensándolo mejor, deportivas y personales, pues en Jesús coinciden circunstancias que se podrían calificar de extrañas o irracionales por oposición al sentido común y a la opinión general pero que analizadas y motivadas se pueden considerar como justas, lógicas o conforme a la razón.




No se trata de realizar un estudio psicológico, ni deportivo, ni tampoco personal; ni mucho menos. Se trata de reconocer con esta pequeña reflexión una sincera admiración, y reconocimiento mismo de su figura, valga la redundancia, tanto a nivel personal como deportivo. Por cercanía geográfica, por afinidad rural, por su parquedad en palabras, por su sencillez, por su juventud, y por muchas razones.

Y ahora, en este momento, más y mejor. Cuando posiblemente ya no jugue ningún minuto antes de que acabe esta Liga 2010/11, cuando las lesiones y el cansancio acumulado de la intensidad mundialista le está pasando factura (también a muchos otros), y cuando definitivamente el Sevilla F.C. cerrará ciclo y abrirá otro, parece un momento oportuno para apuntar que Jesús puede ser el punto de unión entre ambos ciclos, parte de la columna vertebral, y si él quiere la médula espinal.

Creo no exagerar. Si se confirma que Frédéric Kanouté no continúa y pone fin a su glorioso ciclo sevillista (el Mejor Jugador Extranjero de la Historia del Sevilla es poco), Jesús asumirá los galones de capitán, de referente, sí digo bien, de referente, pues en él se pueden ver reflejados muchos niños y jóvenes, y más mayores también, y viéndolo a él recordaremos en tiempo presente un reciente pasado de éxitos y que será la base del crecimiento futuro hacia otros ciclos e hitos a conseguir.

Decía hace unos años Thierry Henry, a su llegada al Barcelona, que había un jugador en la liga española que le encantaba cómo jugaba, por su rapidez, su habilidad, su delgadez, su potencia en el disparo y por ser un jugador especial. Y no lo decía a los medios, lo decía a sus amigos ingleses y franceses a modo de comentario personal. Hablaba de Jesús, y cuando lo oí y quién lo decía (Campeón de Europa, del Mundo, de la Champions, de la Premier, Ligue, Liga y el palmarés continua…), me sentía orgulloso, por que sí, como si lo dijera de alguien muy cercano.

Rematando ya, que si no la reflexión se va a convertir en un ensayo filosófico, diré que no puede haber mayor paradoja que aquella en la que un jugador de fútbol vaya a su selección nacional no cuando lo llame el seleccionador, sino cuando él y su entorno consideren que ha llegado el momento adecuado de maduración psicológica para que se produzca la llamada.

Calidad no le falta, extremo derecho el mejor, decisión y precisión dentro del campo sin lugar a dudas, personalidad y fortaleza mental aún con margen de mejora, razonablemente. Jesús Navas, tras debutar con la Selección Española de Fútbol a finales de 2009, en menos de un año se proclamó Campeón del Mundo en Sudáfrica, iniciando en la gran final la jugada histórica del ya mítico gol Iniesta.

Nada más, y nada menos.